Observación astronómica

Noche de estrellas

  Bienvenidos a nuestro observatorio astronómico en Alicante. Como cúpula tenemos la cúpula celeste, como firme, tierra de monte. Nuestro lugar habitual de observación se encuentra en la cara sur de la Sierra de Salinas, alejado bastantes kilómetros de las pobladas ciudades alicantinas. Estamos en el monte, pero tenemos todo lo que se necesita para una buena observación; un cielo oscuro, total ausencia de luz artificial y el equipo de observación adecuado. Abríguense que empezamos.

  Vamos a realizar una observación astronómica en la que aprenderemos a orientarnos en el cielo y a identificar las constelaciones más características, conociendo las historias que nos ha legado la mitología. Buscaremos las estrellas más importantes y comentaremos aspectos interesantes del sistema solar. También se responderán preguntas de astronomía y pasaremos a la observación con prismáticos y telescopios avanzados. 

  Con la ayuda de estos instrumentos ópticos nos acercaremos a la Luna y a los planetas. Visitaremos alguna estrella doble y recorreremos los objetos de cielo profundo más importantes, tales como cúmulos globulares y cúmulos abiertos, nebulosas, las bellas nebulosas planetarias y, tal vez, alguna lejana galaxia.

  Cada estación del año tiene algo interesante que la hace especial; la majestuosidad de Orión en invierno, las galaxias en la primavera, las nebulosas de Sagitario en plena Vía Láctea y el Gran Cúmulo de Hércules en verano, en otoño nos espera Casiopea al otro extremo de la Vía Láctea, y en sus cercanías; Andrómeda, nuestra galaxia vecina.

  Los planetas y la luna llevan sus propios ritmos. Rara será la noche que no podamos observar las fases de Venus, el sistema de satélites y la gran Tormenta de Júpiter, deleitarnos con los sobrecogedores anillos de Saturno o navegar por los mares y cráteres de la Luna.

-Actividades-

Observación astronómica 

  Nuestro lugar de observación se localiza a 670 metros sobre el nivel del mar, en Las Cañadas de Don Ciro, pedanía de Monóvar, provincia de Alicante, España. Esta zona goza de un cielo muy bueno (Bortle 4). Está alejado bastantes kilómetros de ciudades grandes y conforma un pequeño refugio de la alta contaminación lumínica que tiene todo el sureste español.



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Salida a la Sierra del Segura

  ¿Has visto alguna vez un cielo sin contaminación lumínica?

  La calidad del cielo es medida, entre otras formas, por la escala Bortle, que va del 1 al 9. El mejor cielo de la tierra es Bortle 1, inexistente en Europa, el cielo de estas características más próximo a España es el desierto del Sahara.

  Lo que sí tenemos son cielos Bortle 2. Muchas instalaciones astronómicas profesionales en la península están en cielos Bortle 3, que ya se considera un cielo excelente.

  Si quieres ver las estrellas en un cielo absolutamente espectacular, te llevamos a un cielo Bortle 2 en la Sierra del Segura. Nunca lo olvidarás.


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Visitas a domicilio

   ¿Quieres sorprender a tus invitados con la observación del cielo en tu propia casa?

  ¿Estás de vacaciones en una casa rural y quieres hacer algo diferente una noche?

  ¿Eres el propietario de una bodega de vino y quieres ofrecer a tus clientes una cata de vino viendo las estrellas?

  Nos adaptamos a las condiciones de cielo de cada lugar, incluso desde un cielo muy contaminado es posible hacer una observación de la luna y de los planetas.


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Iniciación al uso de telescopios

   Si has adquirido un telescopio y todavía no sabes cómo usarlo, o si quieres profundizar un poco más en sus posibilidades, puedes contar con nosotros.

  Aspectos como la puesta en estación, el uso y calibrado del buscador de la polar, la colimación, o la búsqueda de estrellas manual o con goto pueden ser verdaderos quebraderos de cabeza para el que empieza. Sin establecer las bases de estos aspectos es posible que uno piense que es difícil lo fácil, se desanime y nunca vuelva a sacar el telescopio del armario. 

  Por otro lado, si ya eres experto en el manejo de tu telescopio y quieres empezar con la astrofotografía, también te podemos ayudar a iniciarte en esta disciplina.


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-Qué vamos a observar-

La Luna

  El detalle más característico de la Luna es su superficie, que se distingue entre  tierras y mares. En las tierras es donde podemos encontrar los cráteres, hechos por antiguos impactos de meteoritos. Los mares, las zonas más oscuras y lisas, son cuencas de impacto que posteriormente fueron rellenadas por coladas de lava.

  Para la observación lunar, al contrario de lo que se suele pensar, hay que buscar sus fases de cuarto creciente o menguante. La Luna llena brilla demasiado y no presenta los relieves interesantes que podemos observar en el terminador; frontera entre la zona iluminada y la oscura. La Luna tiene una atmósfera inapreciable, por lo que no hay crepúsculos como en la Tierra; la transición entre la zona oscura y la zona iluminada es radical. Es en el terminador donde podemos apreciar las alturas de las montañas , la profundidad de las rimas. o los detalles de las paredes de los cráteres.

Marte

  Marte , nuestro planeta vecino, tiene la mitad del tamaño de la Tierra, pero posee accidentes geográficos sorprendentes. El monte Olimpo es un volcán que se eleva más de 21.000 metros sobre el nivel medio del planeta, es la montaña más grande del Sistema Solar.

  Los detalles de Marte visibles desde la Tierra no son muchos, sobre todo cuando el planeta no está en oposición. Pero cuando éste se encuentra en oposición, es decir, que visto desde la Tierra, el planeta está en el lugar del cielo opuesto a donde está el sol, es el momento de intentar ver algunos detalles, como los casquetes polares o tormentas de polvo. No todas las oposiciones son favorables para su observación, depende de si está cerca de su afelio o perihelio. La próxima favorable será en 2035.

Júpiter

  Júpiter es por mucho el planeta más grande. Un gigante gaseoso que emite el 60% más de energía de la que recibe del sol. Es tan grande  que interactúa gravitatoriamente con la mayor parte del Sistema Solar.

  Cuando observamos Júpiter, lo que vemos es su sistema atmosférico. Lo más característico son sus estructuras nubosas; los cinturones oscuros se llaman bandas y los claros reciben el nombre de zonas. Pero sin duda, lo más llamativo, es la gran mancha roja (GRS), una tormenta más grande que la Tierra que se lleva observando casi 400 años.

  Tampoco pasan desapercibidos cuatro puntos de luz cercanos al planeta. Son su cuatro satélites galileanos, las lunas más grandes de Júpiter, tan grandes que  de no estar orbitando el planeta, podrían considerarse planetas. Con bastante frecuencia se producen eclipses, y podremos ver la sombra de uno, incluso dos satélites sobre la superficie del planeta. Sus nombres son Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

    En este gif se puede observar cómo Io  hace el tránsito por delante de Júpiter, un poco después se ve la sombra de éste, el satélite parece desaparecer, pero vuelve a verse salir del limbo del planeta.

Saturno

  Saturno fue la última frontera del Sistema Solar hasta el año 1.781, cuando W. Herschel descubrió un nuevo planeta, Urano. Saturno, como Júpiter, es un gigante gaseoso, algo más pequeño que éste y mucho más alejado del Sol. Posee un sistema de anillos en los que podremos distinguir dos franjas negras; son las divisiones de Cassini y Encke.

  Saturno es, probablemente,  el objeto más impresionante para observar con un telescopio. No vamos a decir más, dejemos que la experiencia de observarlo con un gran telescopio obre por sí misma. 

Estrellas dobles

  Las estrellas dobles pueden ser de dos clases, dobles visuales o dobles físicas; es decir, o solo parecen estar juntas por la perspectiva que tenemos desde la Tierra, o bien son sistemas dobles (o múltiples) reales que se orbitan una a la otra. Nada raro por otro lado, ya que la mayoría de estrellas, en realidad son sistemas dobles o múltiples.

  Hay observadores a los que la visión de una doble no les produce ninguna satisfacción, sin embargo, para otros, son un auténtico deleite. Ya sea por su diferente color o por el reto de poder desdoblarlas, nunca hay una noche en la que no dediquemos un tiempo a su observación.  Muchas de ellas están en la lista de nuestros objetos preferidos, Albireo, Almach, Rasalgethi, la doble doble de Lira... 

Cúmulos abiertos

  Los cúmulos abiertos son mucho más numerosos que los globulares, están compuestos por muchas menos estrellas, y al contrario que los globulares, éstas son muy jóvenes. Muchos cúmulos abiertos todavía contienen la nebulosidad que los hizo nacer formando nebulosas de emisión. 

  Muchos son visibles a simple vista, como Las Pléyades, y con unos simples prismáticos su visión es grandiosa.

Cúmulos globulares

  Los cúmulos globulares están formados por las estrellas más viejas de una galaxia, compuestos por cientos de miles de éstas. Se ubican en el halo de la Galaxia y no son muy numerosos, apenas 158. También se han observado cúmulos globulares en otras galaxias, como en Andrómeda.

  Estos objetos son preciosos observados con telescopios de gran abertura en cielos de mucha calidad. Se pueden separar estrellas individuales hasta parecer un enjambre, se vuelven incontables.

Nebulosas planetarias

  El nombre de nebulosa planetaria, si bien mantenido por tradición, es bastante equívoco, ya que nada tiene que ver con un planeta. Lo maravilloso de estos objetos es poder ver la evolución de las estrellas de tamaño medio entre las que se incluye nuestra estrella, el Sol. Una nebulosa planetaria es el remanente de la muerte de una de estas estrellas. En ellas podemos ver (en fotografía, muy difícil en visual) la enana blanca en su centro y el material expulsado a su alrededor. La enana blanca es todo lo que queda de la estrella, un objeto de muchísima luminosidad y de un tamaño tan pequeño como la Tierra.

  Las bellas nebulosas planetarias son objetos difíciles por su bajo brillo y pequeño tamaño. Pero algunas de ellas son perfectamente disfrutables con nuestros telescopios, sobre todo las noches sin luna y en las que el seeing nos deja meter aumentos suficientes.

Nebulosas

  Las nebulosas son el lugar donde nacen las estrellas. Las hay de emisión y de reflexión, aunque también se pueden encontrar juntas, como en la Gran Nebulosa de Orión o M42.

  Aunque es en fotografía donde podremos apreciar todo su esplendor, muchas de las más brillantes son una maravilla en visual. De hecho, la Gran Nebulosa de Orión, es uno de los objetos preferidos por los aficionados, un objeto invernal que nunca nos cansaremos de visitar. Es necesario un cielo sin luna, como para todos los objetos difusos de espacio profundo.

Galaxias

  Giordano Bruno ya hablaba de que el universo estaría compuesto de multitud de sistemas estelares, lo que hoy se denominan galaxias. La Gran Galaxia de Andrómeda  era contemplada tiempo atrás, se la llamaba (y todavía se la sigue llamando por tradición) la Nebulosa de Andrómeda. Pero fue E. Hubble en 1.924 el que distinguió estrellas en su interior; más tarde siguió reconociendo galaxias en muchos de los objetos a los que llamaban nebulosas.

  La observación de galaxias es muy especial. La imagen que un telescopio nos puede dar está muy lejos de la espectacularidad de la Luna o Saturno. Solo hacerse verdaderamente conscientes de lo que estamos viendo permite disfrutarlas como es debido. Su observación es como un viaje al interior de uno mismo, a lo infinitamente profundo.

Cometas

  Cometa significa en griego estrella de pelo largo. Hay dos posibles lugares de procedencia, la nube de Oort y el cinturón de Kuiper. Se componen de rocas, polvo y hielo. Con forme se acercan al Sol, desarrollan una nube de polvo y gas que envuelve el núcleo, se llama coma o cabellera. Más cerca del Sol se generan las colas, una de polvo y otra de iones. La mayoría de ellos tienen órbitas elípticas muy excéntricas y con diferentes periodicidades. Con cada acercamiento al Sol, se desprende material compuesto de granos de polvo que queda flotando en el espacio; cuando la Tierra se cruza en su camino se producen las llamadas lluvias de estrellas,  si es que entran en la atmósfera, si no entran, dan lugar al resplandor llamado luz zodiacal.

  Los cometas son, junto con los eclipses solares, los acontecimientos más emocionantes del sistema solar; su observación a simple vista es espectacular. Pero como todo lo bueno, se hacen de rogar. No son muchos de ellos los que podemos contemplar a simple vista a lo largo de toda nuestra vida. 

El Sol

  El Sol, nuestra estrella. Es una enorme bola formada por más de un 90% de hidrógeno, sobre un 8% de helio y un 0.1%  de metales. En astronomía, suelen denominar metales a todos los elementos más allá del helio. La distancia que nos separa es de aproximadamente 150 millones de kilómetros, distancia ésta que se usa como una de las medidas habituales llamada unidad astronómica. 

  La actividad solar sigue un ciclo de 11 años. Cuando esta actividad está en su máximo es cuando podemos ver el paso de grandes manchas solares, como está ocurriendo ahora en 2.024-2.025.